
Hoy he mirado a la muerte a los ojos. No viene a cuento a qué santo. Sobre todo porque no les aburriré con un pasaje vulgar, huérfano de toda épica. (En la ducha, ais!).
No he visto túnel ni luz. Sólo una sensación de "ah collons, era açò!". De repente sabes que te vas a morir con una certeza absoluta, que no hay vuelta atrás y comprendes con una clarividencia total (que sólo dan el LSD —pero yo no lo pruebo, palabrita— y la muerte) cómo es todo después.
He vuelto y se lo cuento a ustedes en exclusiva mundial.
Cuando he sabido que iba a morir en unos segundos he comprendido la muerte (luego les cuento) y he tratado de explicarlo pero no me salían las palabras de la boca. Nadie podía oírme pero he sentido la necesidad de explicarlo con un grito:
¡¡¡La muerte es un tránsito!!! ¡¡¡Ningún tiempo pasado fue mejor!!!
Sin embargo la imposibilidad del grito me ha confirmado que aquello no tenía marcha atrás. No he sentido miedo ni desesperación. Calma, paz y alegría. Sólo un poco de ansiedad por no poder transmitirlo a ningún vivo.
¿Qué hay detrás de la "muerte"? Vida. Una vida plena. Nos quedamos sin cuerpo pero con consciencia, una consciencia tan plena que nos permite visualizarnos con cuerpo.
La "muerte" nos otorga la memoria total de todo lo vivido y la posibilidad de volverlo a vivir con todos los infinitos matices que nos perdimos en su momento. Podemos revivirlo a antojo, cuando queramos, tomando decisiones que en su día rehusamos. Podemos revivir cada gesto, cada palabra, cada mirada, con una sensibilidad extrema.
Es una realidad paralela que sólo tiene un punto de contacto con los "vivos". Cuando revivimos cosas con personas que aún están "vivas" ellas tienen un recuerdo para nosotros, una conexión neuronal que los científicos no han desvelado, pero que sucede por eso: porque estamos reviviendo una situación en que aparece alguien "vivo".
He comprendido que o bien alguien ya lo había descubierto o bien tenía una imaginación desbordante, un sexto sentido. Porque es justo como nos lo contaron: el juicio final, el cielo, el purgatorio y el infierno.
Si has sido un mierda mientras estabas "vivo", tras tu muerte habitas en el infierno de recordar eternamente todo el daño que hiciste, de sentirlo en tus propias carnes. Y así sucesivamente.
La muerte nos da la memoria total y la habilidad de no volvernos locos al convivir con toda ella. A nosotros. Y a los "vivos" les da la posibilidad de que habitemos en su memoria, tan limitada.
Les cuento todo ésto y, sin embargo, les confieso que estoy la mar de contento de poder contárselo. Cada cosa a su momento. Y por el momento celebro y brindo seguir entre ustedes, con nuestra vulgaridad y nuestras miserias.
Así ha sido mi domingo por el momento. Ya ve, Morena, que cosas pasan los domingos.
A Angresola i a Joan S.
9 commenti:
Parece que está de moda esto del casi morirse. Yo hace tres días fui a dar con mis costillas contra un escalón bien afilado. Llegué a perder la consciencia durante unos segundos y aún recuerdo la ansiedad por intenter respirar y no poder. Las voces apagadas a mi alrededor... pero ni luz al final del túnel ni nada de nada. Yo tampoco me marcho, de momento.
Joder, ha superaqdo usted cualquier espectativa!
En fín, que le queremos vivo muy vivo y por mucho tiempo.
Besos, muchos besos
Precisamente hoy en Galicia se celebra la procesión de las mortajas. Con un irrebatible sentido de la truculencia y un humor esquivo los que han visto de cerca a la muerte este año (y huelga decir que no han transitado al otro lado) procesionan llevando ataudes vacíos. Otros, más vagos, más macabros o más cachondos, se tumban en ellos y dejan que sus allegados los lleven a hombros tal y como será en su momento. Después la comitiva se para ante el Cristo de turno y le agradecen la magnanimidad o, sospecho, le amonestan la falta de puntería con el rayo. En fin, hay días en que es mejor no salir de a tumba oiga. A todas estas Manuel Vicent se marca su enésimo artículo en la contra del País sobre el mar, Dénia, el Montgó y la madre que los parió a ambos tres. Sospecho que ha muerto esta mañana y su secretaria ha refrito papeles. Otra explicación razonable no cabe. O sí, pero es incluso más negra. Como la Ker.
Diafebus
M'ha interessat lo de la conexió neuronal. Ya sap que m'agrada l'idea d'habitar una neurona...
Diafebus, això que conta vosté és una passada. I lo de Manuel Vicent és una cosa que em divertix de fa anys. ¿No eixia Tono Fornes?
De totes maneres, vullc dir-los que l'image del taüt buit a mi em du a pensar en lo no naixcut, en lo no succeït, en lo no començat i per tant no acabat. Vullc dir: l'absència d'un final implica l'inexistència d'un començament. Un taüt buit conté els fills que no tindré i les vides que no viuré.
Són un poquiu fotuts els dumenges.. Un poquiu només.
Ficció contada en primera persona. Tot ha succeit en la meua imaginació.
Que gràcies per la preocupació que m'han mostrat vostés en privat, pero que no ha passat res.
jajajaja si es que no se nos puede dar vidilla...
celebramos, estoy segura, su buen estado de salud y que dure
M'alegre que no li haja passat res. Però vist, que havia sobreviscut, em resultava molt més tranquil·litzador que el seu relat sobre la mort fora fruit de l'experiència i no una arrancada literària. En qualsevol cas, enhorabona.
I.
Menos mal, chico. Si la llegas a palmar el mismo día que Manuel Vicent hubiera sido tristísimo. Que un maldito escritor con una secretaria ladina te ensombrezca la muerte eso sí debe ser jodido.
Y además morirse en domingo. No, no, definitavamente no. Es mejor morirse un jueves, que llamas más la atención, sabes.
que susto le has dado a la parroquia jaja. Yo empecé a tragarmelo
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