En març vaig llegir «Hoy, Júpiter». Després d'anys d'insistència (i soportant inclús un allau d'insults per viure sense haver-lo llegit) per part de bons amics i grans lletraferits, vaig fer una fulla de ruta per a incorporar a Luis Landero a la meua vida. Vaig decidir llegir primer «Hoy, Júpiter» i deixar-me per a després la seua obra mestra: «Los juegos de la edad tardía». Els deixe algunes perles d'esta extraordinària novela, que des de març forma part de ple dret de la meua capçalera del llit.
…con ese sigilo con que unos hábitos reemplazan a otros…
…la voz emancipada del odio convertida en criatura espiritual y finalmente transmutada en demonio.
…era inútil, ella no iba a decirle la verdad, ni él a creerla en el caso de que la hubiera dicho, y es que sus recelos eran tan vívidos y sus presagios tan sombríos, que no estaba dispuesto a aceptar otra cosa que una confesión de infidelidad en toda regla.
…entre la dicha y la desgracia mediaba apenas un punto de inconsciencia, de levedad, de desvarío, y que vivir era un juego sin otro riesgo que la muerte, y entonces se sintió bien, irresponsable, ocurrente y feliz.
La gente feliz como ellos no piensa. Toda la inteligencia y la vitalidad se les va en ser dichosos. No se dan cuenta de que tienen las alas mayores que el nido.
Al revés, finge estar triste, porque la tristeza ajena alegra siempre al prójimo.
Luis Landero. Hoy, Júpiter. Tusquets, 2007.
Nessun commento:
Posta un commento