7.10.08

Invisible


"Walter hubiera dicho que no me he convertido ni en el que ve ni en el objeto visto, tan invisible como Claude Rains en la película, aunque sin enemigos a mis espaldas ni deudas que pagar. La verdad es que la invisibilidad no es tan mala. Todos tendríamos que intentar conocerla mejor y utilizarla en nuestro provecho como no supo hacer Claude Rains. […] Dios, que no nos deja permanecer invisibles mucho tiempo, ya que se reserva ese estado para sí.
Dios no ayuda a los que son invisible como él".

En los últimos años mi amigo Invisible (así firma sus comentarios y sí, es mi amigo, me cuido de no utilizar el término de forma frívola) ha enarbolado una de las teorías más sorprendentes que he oído jamás. Dice que se ha vuelto invisible, que su rostro y sus gestos hace años que dejaron de interesar al mundo que lo rodea y que ha llegado a un estadio en que directamente no le ven. Tampoco es que le importe demasiado —la mujer de su vida dice que todo esto son pantomimas, que en realidad todo se reduce a que es un insociable creciente—… excepto, claro, en sus más pérfidas fantasías. Por poner un ejemplo: su condición de invisible se le antojaría insufrible si un día se cruzara con Scarlett por la calle de la Estamañería Vieja y ella no lo mirara a los ojos.

La teoría no es que sea el descubrimiento de la penicilina (un acontecimiento histórico, por otra parte, que a mí me estropeo la dentadura y también me hizo un poco invisible en según que circustancias). La invisibilidad es un aspecto sobre el que se ha ironizado a menudo en el cine, en la literatura y por supuesto en la vida. De forma brillante, a menudo. La singularidad de la teoría de mi amigo estriba, a mi entender, en el tiempo que ha dedicado a desarrollarla con pelos y señales y en el denonado esfuerzo y entusiasmo que pone en hacerla entender. De hecho, ya le he dicho más de una vez que contar su teoría al primero con que se cruza hace tiempo que es su principal recurso para mostrarse ante los demás como alguien impepinablemente interesante y atractivo, que es lo que en realidad es (¿y qué voy a decir yo, que soy su amigo?).

Miren si no a Frank Bascombe. Que unas páginas después de hacer las reflexiones que encabezan este post se cepilló a Catherine Flaherty, una becaria de la revista en que trabaja, un bombón de 20 añitos que ni en sus mejores sueños. Y aún se queja porque el único compañero de trabajo que queda en la redacción a aquellas horas no ha reparado en que él se va a tomar un sándwich con la lolita. Y tiene el atrevimiento de acabar el capítulo diciendo, por ello, y rabioso por que no se haga pública y notoria su conquista:

"Nadie me ve".

Previamente al episodio con la Flaherty, Frank Bascombe ya había advertido a los lectores más avezados de lo que podía suceder (o al menos a los que entendemos de qué va esto de la invisibilidad), en un episodio desternillante en la estación de tren cuando exclama

"¡Soy inesperadamente visible!".

No en balde Frank Bascombe en El Periodista deportivo tiene la misma edad que nosotros ahora y (aunque la novela se publicó por primera vez en 1986 en NY) nunca sabremos si es por mimesis generacional o por mimesis con Richard Ford, que tenemos tantas cosas en común con el protagonista de su novela. Cosas en común en apariencia pequeñas e insubstanciales, pero que nos acompañan cada día. Por ejemplo me siento identificado en esta reflexión suya:

"Cuando me encuentro en lugares inhabituales, siempre necesito asociarlo todo, considerar qué fuerzas me han traído aquí, y me pregunto si esto es típico de lo que yo considero mi vida o si es sólo algo extraordinario por lo que no hay que preocuparse".

Y muchas más cositas así. Supongo q tampoco es casualidad que viva en New Jersey.

El periodista deportivo de Richard Ford, 396 páginas sin desperdicio. Yo voy de cabeza a por el segundo título de su trilogía: El día de la independencia (565 págs). Y después Acción de Gracias (736 págs). Me encanta acabar un libro como éste y saber que aún me quedan 1.300 páginas por delante que compartir con Frank Bascombe. Por cierto, si leen en inglés, no lo duden. La traducción castellana es floja, floja.

7 commenti:

morena ha detto...

Si Invisible es ese que está a punto de cumplir..........yo ya le piropeé, estoy de acuerdo sr Forlati esa teoría a la que se acoge es para hacerse el interesante, hum jajjajaj

La próxima vez que que quedemos, le observaré a ver si le pillo reflexionando, sr Forlati "...que fuerzas me habrán traído aquí.."jajajaj

Me apunto el libro anfitrión, mi lista es interminable

Anonimo ha detto...

¡Ojala tuvieran ustedes razon! Todo seria mucho mas sencillo. O Lo habria sido en los años en los que uno necesita perentoriamente relacionarse. Y cuando digo perentoriamente ya saben a que me refiero.

En cualquier caso, les agradezco los cumplidos. A la morena con retraso y a usted con motivo de este fantastico post que, seguro, hara las delicias de mi señora. De todas formas, debo reconocer que, acostumbrado al anonimato que proporciona la invisibilidad, tanta notoriedad me abruma.

Besos. Invisible.

Anonimo ha detto...

Yo tambien me apunto el libro, para cuando me jubile. Al fin y al cabo si lo empiezo a leer ahora tambien lo acabaria pasados los 70.

En cuanto a las teorias, usted sabe que tengo otras mucho mas interesantes y elaboradas que la de la invsibilidad. Cito como ejemplo la del descendimiento capilar, de lejos la mas solida de cuantas he desarrollado a lo largo de mis casi ... años de existencia.

Mas besos, que se los merecen.

Invisible.

¡LLUEVE REVOLUCIÓN! ha detto...

Ya lo decían Los planetas antaño: "si te esfuerzas puedes desaparecer...", aunque supongo que se refieren a desaparecer del mapa, en fin...
Pues a mi lo de "invisible" me ha recordado al libro aquél de Millás, "tonto, muerto, bastardo e invisible", que no es que le dedique el título al completo, no vaya usted a pensar, jajaja, sino por ese mundo alternativo que se va creando el prota y...bueno, mejor leanlo y si ya lo ha hecho ya saben de que hablo, he tenido un día bastante total y no estoy ahora muy fluída...
Ah, señor forlati, dice usté "y muchas cositas más", cositas???jajaja, veo que no soy la única que abusa de los diminutivos de toque cursi, jeje!
Besos POP y saluditos!

diafebus ha detto...

Pasmo! Veo la testa del hombre invisible. Creo poder reducir su condición a cierta felina inmovilidad. Corto. Parece que me mira. Adiós.

Anonimo ha detto...

Menos coña, señores, que esto no es facil de llevar.

Invisible.

morena ha detto...

Sr Invisible será bien recibido por estos lares, usted y su guapa mujer.

Besos a los dos