2.11.09

Una grada sabia.




Hay gradas sabias. La de Orriols lo es. Posiblemente porque está poco poblada. Porque ha sufrido un proceso de selección natural darwiniana en los últimos años. Porque los 5.000 que aún van están vacunados contra toda nostalgia y decepción.

¿Qué aportar sobre el funcionamiento de las masas, de las gradas de los campos de fútbol, con todo lo mucho y brillante que ya se ha escrito? Nada. En todo caso constatar. No deja de sorprender como una grada de sensibilidades tan distintas comparte sensaciones tan parejas. Sensaciones que se huelen, se respiran, se tocan.

Como la que ha crecido poco a poco, desde el año pasado y ya habita en Orriols desde la victoria de hace 15 días contra la Real Sociedad. Cuando sobrevoló el estadio la sensación de que este Llevant UD puede subir en el año de su centenario. No se verbaliza aún y habrán de pasar muchos partidos aún para que se cante aquello de "Som, som, som de Primera Divisió", pero ya subyace la idea.

Ya se ha firmado el convenio con los once que corren: merece la pena que nos dejemos la garganta por vosotros. Y esos 5.000 que siempre están leen el partido a golpe de garganta. Detectan el bajón físico, la duda anímica, la pájara existencial y saben regalar el aliento cuando hace falta.

Esa extraña comunión, en la que se ha doctorado la grada de Orriols, después de 100 años viviendo en las sombras y a la sombra, es la que permitió la proeza del ascenso de 2006 con Mané y un grupo de gladiadores que sabía jugar a fútbol mucho menos que los once de este año.

(No me jodan, no me hablen de maletines. Fue la grada la que subió al Llevant UD aquel año. Y aun lo crean firmemente no me rompan el hechizo).

Hoy el Llevant UD ha desplegado un fútbol de cátedra en algunos momentos, barraquero —que es el que de verdad le gusta a Luis García, como a Benítez— cuando hacía falta, pero sobre todo ha sabido dosificar los ánimos al ritmo de las gargantas de Orriols.

Y ha vencido al Numancia 3-1, uno de los gallitos de la categoría, con justicia y un marcador corto incluso.

El Llevant UD está 4º y ahí seguirá si no se trunca la comunión grada-equipo. Y cada partido vendrán 1.000 escépticos más. Allá por junio 20.000 gargantas llevarán al equipo a Primera. Bajará la nota media de la grada, pero crecerán el aliento y la ilusión.

Es difícil imaginar un broche más adecuado para celebrar el centenario del decano.

3 commenti:

Juan E. Tur ha detto...

Ayer sentí en las gradas, a los pocos minutos de que el equipo lograra el dos a uno, lo que comentas en esta entrada. Fue una sensación intensa que me parecía difícil expresar. Obviamente me equivocaba.

Vicè ha detto...

Un poc de calma, que encara és prompte, caro Forlati

jonceltic ha detto...

Dios te oiga Forlati.
Artículo de chapeau!

Te noto muy optimista, en los asuntos de despacho yo no lo soy tanto.

Bravo Forlati