13.1.10

Cabanyal. El viaje a ninguna parte.

Cualquier persona de buena fe, sensible y con un mínimo de sentido común abomina del espectáculo a que venimos asistiendo durante las últimas semanas, orquestado por el PPCV, con motivo del futuro de El Cabanyal.

No hablo de la prolongación de la avenida Blasco Ibáñez en sí misma, sino del vodevil a cuenta de ella, del que muchos periodistas y articulistas ya han dado buena cuenta, y cuyas escenas principales son:
La emblemática Casa de la Palmera, horas antes de su demolición. La policia, curiosamente, protege no el patrimonio protegido que iba a ser demolido, sino a los bulldozers que lo demolieron.

• Derogación de un Bien de Interés Cultural (BIC) de un día para otro por parte de la GV, sin un solo informe técnico, como si esa figura de protección patrimonial fuese un instrumento baladí al servicio de los intereses coyunturales de nuestros gobernantes y no lo que debiera ser y todos pensábamos que era: un blindaje que permita legar a las futuras generaciones el patrimonio que heredamos de las anteriores.

• Fraudulentas declaraciones con que los dirigentes del PP se postulan como los salvadores de El Cabanyal ante la brutal degradación que sufre el poblado marítimo. Yo renglón seguido les haría algunas preguntas que en un mundo con cierta honestidad política debieran responder:
— ¿Quien ha consentido e incentivado esa degradación durante años?
— ¿Es que ha habido una catástrofe natural? ¿Un tsunami?
— ¿Es responsable el destino, o tal vez el propio Dios, de los derribos, los solares, la ocupación ilegal (y consentida) de casas, el narcotráfico (consentido), la ausencia completa de equipamientos mínimos?
— En definitiva, ¿qué nos están contando ustedes? ¿tal vez que es fruto de un destino atávico y adverso escrito en el código genético de los cabanyaleros y no la dejadez absoluta del consistorio la que ha llevado al Cabanyal a esta situación?

• Un PPCV ultramontano y nacionalista. Los mismos portavoces del PPCV que se aprestan a la mínima ocasión en defender el concepto de España como un ente indisoluble, incluso cuando nadie les preguntó ni siquiera dudó de ello, lanzan un reto al Supremo y al Ministerio españoles que raya en ese "nacionalismo ultramontano" que ellos siempre tienen en la boca para referirse a otros. ¿Dónde está ahora la tan cacareada fidelidad popular a España? ¿O es que la prefieren antes rota que roja? Extraña deriva nacionalitaria del PPCV. Cosas veredes, amigo Sancho.

Canal 9. Y la escena final, ofrecida por Canal 9, cuyo flagrante y vergonzante nivel de manipulación no por conocido es menos insultante a la inteligencia de esa sociedad a la que nacieron para servir, según sus estatutos fundacionales: El Gobierno Central ataca el plan de la GV y el Ayuntamiento para frenar la degradación en El Cabanyal. Y como imagen de fondo, vemos una casa a medio demoler como símbolo de esa decadencia: el Forn de l'Estrela, una de las últimas torres miramar del poblado, pasada a piqueta hace unos meses por los bulldozers municipales. ¿Cabrá tamaña inmoralidad? Y tanto. Es el pan nuestro de cada día.
El Forn de l'Estrela a medio demoler.

· · ·

La prolongación en sí misma y las personas de buena fe.


Dejemos por un momento el vodevil y hablemos ahora de la prolongación.

Pudo haber personas de buena fe, sensibles y con un mínimo de sentido común, que estuvieran a favor de la prolongación de Blasco Ibáñez. Pudo haberlos sin duda, porque durante un tiempo fue una opción legítima.

Hoy ya no existen esas personas. O sí. Tal vez algún desinformado. Pero, después de lo que ha sucedido, ¿puede alguien estar a favor de la prolongación de buena fe?

El Cabanyal lleva inmerso más de 20 años en un abandono total y no sólo éso: durante décadas la situación creada por la calculada dejadez del Ayuntamiento ha llevado la desgracia personal a muchas familias que han perdido sus casas o se han visto obligados a convivir con delincuentes que campaban a sus anchas. En los últimos años esta situación ha llegado a ser dramática y generalizada, convirtiendo una gran parte del Cabanyal en un oeste americano sin ley ni orden, donde impera la dictadura de la amenaza, el ex-abrupto y la jeringuilla. Esta es la sangre, la tristeza y la vida indigna de miles de familias que ha consentido y auspiciado el Ayuntamiento y sobre la que se pretende edificar esa flamante avenida. Esos miles de lujosos apartamentos serán levantados sobre el cementerio donde descansa la desaparecida dignidad de centenares de vecinos. Durante décadas, se escucharán en la noche cerrada, las voces de angustia de todas esas personas que sufrieron durante años. Serán el singular fantasma de los nuevos moradores y sobre todo de sus impulsores.

Si hubo alguien de buena fe a favor de la prolongación, no puede seguir siéndolo si ha conocido el infierno que han vivido muchos cabanyaleros durante años como precio a este proyecto urbanístico (que en realidad es mucho más que esto). Si lo ha conocido y le da igual, dudo que sea persona de buena fe.

Hoy, sin embargo, bastantes nativos del Cabanyal están a favor de la prolongación. Vecinos que estuvieron frontalmente en contra. Es una opción difícil de compartir, pero absolutamente comprensible, fruto del hartazgo, la desesperación y el cansancio: "Que facen lo que hagen de fer, pero que facen alguna cosa. És impossible seguir vivint en esta situació". Evidentemente, en esta frase se resume el éxito (sólo en parte) de la estrategia de Rita Barberà. Un asedio medieval de años y años cuyo único objetivo era minar completamente la moral de la tropa.

Tienen razón en algo: Es imposible seguir viviendo en esta situación. Un infierno difícil de entender en una capital europea del siglo XXI, difícil de creer incluso para muchos habitantes de la ciudad. Pero así es. El escenario desolado de Mad Max.

· · ·

¿Debate urbanístico?

Alguien podría pensar que la prolongación es un sencillo proyecto urbanístico al servicio de los cabanyaleros. La maquinaria de propaganda goebbeliana es poderosa.

La prolongación de Blasco Ibáñez hasta el mar sólo el primer paso para convertir todo el Cabanyal en el último gran pelotazo urbanístico, una zona residencial junto al mar para las clases pudientes de la ciudad. O ésa era la intención mientras funcionaron los pelotazos. Ahora, con la crisis y todos los constructores privados que abandonaron la sociedad mixta Cabanyal 2010, da la sensación de que ya sólo es una cuestión de tozudería personal de una alcaldesa que ha perdido la razón en su endiosamiento. Da la sensación de que el conflicto ha quedado sólo en éso: el último bastión que se resiste a la ambición imperial del César. El Cabanyal es la Galia para Rita Barberà, una obsesión al margen ya de toda lógica política. Y su degradación actual —la hueste más sanguinaria de los ejércitos imperiales— una mancha negra en el traje beige que se pone los domingos para ir a misa.

· · ·

Los que miran a otro lado.

Pero no vayan a creer que el PP es el único malo de esta trágica historia. Porque no lo es.

Un callejón del Harlem. Un hombre enclenque, masacrado por el crack, está violando a una niña de 13 años. De una puerta sale un hombre joven, apuesto, fuerte y bien vestido. Mira la escena unos segundos, se echa la mano al bolsillo, saca un paquete de Lucky, enciende un cigarrillo parsimonioso, camina paciente, pasa al lado de la escena, mirando curioso y ajeno a los desgarrados gritos de la niña. Cala hondo el cigarrillo y sigue su camino, que le lleva a un estrado. Es abogado. Esta mañana defenderá con vehemencia, esbozando un encendido discurso moral, a una chica de 15 años que fue violada la semana pasada en otro callejón del Harlem.

Debate moral: ¿quién es peor de los dos? Lo dejo para ustedes. Creo que entendieron la moraleja a la primera. Aunque la metáfora pueda parecer exagerada.

El PSPV-PSOE no hizo nada por la rehabilitación del Cabanyal ni en contra de la prolongación durante los años en que Pérez Casado y Clementina Ródenas fueron alcaldes de Valencia. Tampoco lo hizo el PSOE mientras gobernó España, ni antes ni ahora. El PSPV-PSOE durante la última década se posicionó en contra de la prolongación, con la boca pequeñita y, desde luego, sin la mínima convicción como para implicar al Gobierno de Zapatero en el tema.

Hasta que el Supremo emplazó al Ministerio de Cultura a determinar si existía expolio en El Cabanyal, desde el Gobierno no se dijo jamás ni una palabra en favor del poblado marítimo. El Ministerio ha tardado meses en concluir que sí existía expolio y tenía tan poco interés en el tema que ni siquiera había pensado en un plan B por si GV y Ayuntamiento reaccionaban como lo han hecho. ¿Cuál es el interés real del PSOE por el Cabanyal? ¿Qué peso real tiene el PSPV-PSOE en Madrid? ¿Acaso nadie pensó —ni en Valencia ni en Madrid— que si se tomaba una decisión así había que ir hasta el final, porque si no todo esto sólo iba a favorecer los planes de Rita? ¿O sencillamente fue un escueto gesto de simpatía para pescar algún voto despistado? ¿Qué coeficiente de inteligencia tienen los que rigen nuestros destinos?

· · ·


Un efímero rayo de luz.

Después de años viviendo inmersos en la oscuridad y la sinrazón más deprimente, la noticia de la decisión del Ministerio fue un rayo de luz y esperanza para todos aquellos que soñamos con vivir en un Cabanyal rehabilitado patrimonial y socialmente. Un tibio rayo de luz. Porque si no iba acompañado de otras cosas, no servía para nada. Y para nada ha servido. Porque no hay plan B. Todo era una salva de artificio. Una salva aislada, lanzada sin ton ni son. Una estrella fugaz en la más negra de las noches. La que vive El Cabanyal hace más de 20 años.

· · ·

Y sin embargo, la esperanza.

Así son las cosas. Y a pesar de todo ni Salvem el Cabanyal ni muchos vecinos piensan bajar los brazos. Ya lo han perdido prácticamente todo pero —más allá del espectáculo ofrecido por el PP y de la enésima decepción de un PSOE sin alma— seguirán luchando por la dignidad de sus vidas. Mientras quede aliento. De momento seguirán haciendo lo que han hecho durante años, lo único que pueden hacer: explicar al mundo que todos seremos más miserables, más homogéneos, más grises el día que la piqueta acabe definitivamente con todos los taulellets de colores que inundan aún El Cabanyal. Llegar hasta donde se pueda, usando todos los altavoces a mano, para dar a conocer el problema. Seguir confiando en la justicia también, por difícil que parezca hacerlo, visto lo visto. No hay otra.

Todos a la cárcel, de Luis García Berlanga.

Prevaricación: Delito consistente en dictar a sabiendas una resolución injusta una autoridad, un juez o un funcionario. Esta es la definición que da la RAE.

Y una cuestión que nadie parece haberse planteado aún. La derogación del BIC se firmó unos días después de la orden ministerial que declaraba expolio los derribos y ordenaba su detención. ¿Todos los derribos que se realizaron previos a la derogación del BIC fueron prevaricación, según la sentencia del Supremo y la orden del Ministerio? ¿Cuál es la pena por una prevaricación de esta magnitud? Doctores tiene la Iglesia, aunque parezca que se tambalee el estado de derecho.

Pero digo yo que tal vez debieran acabar en prisión los que han llevado a cabo esta destrucción calculada del Cabanyal.

Han consentido la degradación hasta extremos dramáticos de esta parte de la ciudad, ninguneando los derechos básicos de los vecinos y un patrimonio protegido. Creo que nadie va a prisión por esto, aunque sea de una inmoralidad humana y política espeluznante.

Sí se va a prisión per prevaricación.

Espero que los que llevan años cometiendo esta villanía contra El Cabanyal, contra sus vecinos y su (nuestro) patrimonio paguen por lo que han hecho. Y sobre todo espero que cuando éso suceda, alguien decida que ha llegado el momento de devolver la dignidad a las gentes del Cabanyal, que no sea tarde, que estemos a tiempo, que podamos devolver a la ciudad el inmenso patrimonio artístico, social y humano que nunca nadie debía haber usurpado.

2 commenti:

Masclet ha detto...

Forlati: esta entrada és per a descobrir-se, amic.

Crec que tots estàvem esperant-la: i al final ha eixit, com una vàlvula que s'obri per a donar eixida a la pressió acumulada durant tant de temps.

Per a reflexionar, te deixe un apunt (perque pegues canya a tots, excepte als que realment tenen en última instància la culpa de tot): que abans (el riu, el Saler...) encara es tenia l'excusa de que eixíem d'una dictadura; pero ara tenim simplement lo que vota la majoria, cada volta més majoritària...

Vent d Cabylia ha detto...

Vaja que si estàvem esperant-la. Particularment em va agradar moltíssim esta explosió de sinceritat i s'agraeix que vinga d'algú que sap a consciència de què parla...